¿Fisioterapia en el embarazo? ¡Claro que sí!

«Durante el embarazo, tu cuerpo experimenta muchos cambios hormonales, posturales y emocionales en los que los fisioterapeutas podemos representar un papel crucial para su correcto desarrollo y desenlace.«

¡Estás embarazada! ¿Y ahora qué? El embarazo es una etapa de la vida en la que necesitas más información que nunca. Durante este período, tu cuerpo experimenta muchos cambios hormonales, posturales y emocionales en los que los fisioterapeutas podemos representar un papel crucial para su correcto desarrollo y desenlace.

El tratamiento prenatal se recomienda que se realice a toda mujer embarazada, porque va a mejorar su situación de cara al parto y también va a acelerar su recuperación después del mismo. Es recomendable realizar el tratamiento de fisioterapia en el último trimestre del embarazo, pero lo ideal es que empiece desde el tercer mes de gestación.

En Therapéutica queremos ayudarte a tratar tu embarazo en estas 5 situaciones:

1. Estabilidad articular debido a hiperlaxitud de los ligamentos

Las hormonas encargadas de propiciar el ambiente adecuado para la implantación del embrión en el útero y su crecimiento dentro del mismo, provocan cambios en los tejidos que prepararán el cuerpo de la mujer para el momento del parto; tal es el caso de la relaxina, hormona encargada de volver más elásticos los tejidos, específicamente los ligamentos, para que durante el parto estos puedan estirarse sin romperse. Pero este aumento de elasticidad, puede provocar inestabilidad en las articulaciones; sumando a esto el aumento de peso propio del embarazo, tendremos como resultado mayor riesgo de esguinces. Por lo tanto, es adecuado indicar ejercicios de fuerza que ayuden a estabilizar las articulaciones y prevenir lesiones.

2. Disminución del dolor

Durante el embarazo puedes presentar dolor en piernas, rodillas, zona lumbar, hombros, cuello y cabeza; esto es resultado de una sobrecarga en las estructuras nerviosas, articulares o musculares, debido a los cambios posturales, a la inestabilidad articular antes mencionada, al aumento de peso o a la disminución de la actividad física. En fisioterapia te ayudaremos a identificar la causa del dolor para trabajar sobre ella y ayudarte a disminuirlo para que tu embarazo sea más placentero.

3. Mejora de la postura

Debido al aumento de peso y al crecimiento del bebé, tu postura cambiará aumentando las curvaturas normales de la columna; como consecuencia la musculatura de la espalda tendrá un exceso de carga provocando dolor, principalmente en la zona lumbar y cuello. Al corregir tu postura evitarás lesiones en tu columna, como irritación de las raíces nerviosas principalmente el nervio ciático en la columna lumbar que puede provocar síntomas en una o ambas piernas, como hormigueo, dolor o cansancio. Al trabajar la conciencia de tu postura protegerás tus articulaciones, músculos y huesos, de alguna lesión.

4. Mejora de la fuerza para el parto

Un entrenamiento de acuerdo a tus características y necesidades específicas te ayudará a mantener o aumentar tu condición física y fuerza muscular, la cual necesitarás para tolerar el trabajo de parto o bien, recuperarte con mayor facilidad después de una cesárea.

5. Mejora de la circulación periférica

El aumento de tamaño del bebé hará que las venas encargadas de regresar la sangre de las piernas al corazón trabajen de forma menos eficiente; el ejercicio ayuda a mejorar el retorno venoso, disminuyendo la sensación de pesadez en las piernas; para esto es importante realizar actividad física adecuada para favorecer la circulación sin alterar otros sistemas.

Ahora que tienes una mejor idea de cómo puede ayudarte la Fisioterapia en este importante proceso, ¿tienes dudas?, ¿requieres platicarlo? Llámanos.

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